lunes, 2 de abril de 2007

LENGUAS

“No tenía entonces la tierra más que un solo lenguaje y unos mismos vocablos…

…Y dijeron: Vamos a edificar una ciudad y una torre, cuya cumbre llegue hasta el cielo, y hagamos célebre nuestro nombre antes de esparcirnos por toda la faz de la tierra.
Y descendió el Señor a ver la ciudad y la torre, que edificaban los hijos de Adán,
Y dijo: He aquí, el pueblo es uno solo, y todos tienen un mismo lenguaje; y han empezado esta fábrica ni desistirán de sus ideas, hasta llevarlas al cabo.
... pues, descendamos, y confundamos allí mismo su lengua, de manera que el uno no entienda el habla del otro.
Y de esta suerte los esparció el Señor desde aquel lugar por todas las tierras, y cesaron de edificar la ciudad.
De donde se le dio a ésta el nombre de Babel o Confusión, porque allí fue confundido el lenguaje de toda la tierra: y desde allí los esparció el Señor por todas las regiones.”

(Gen-XI-1-9)

LA ESCRITURA

Se inició en Mesopotamia, región cuyo nombre viene del griego "tierra entre ríos", situada entre el Tigris y el Eufrates. En nuestros días estaría situada en parte del actual Irak.

Durante el IV Milenio a. C., en sucesión bastante rápida, se produjeron el nacimiento de la ciudad y, ya hacia el 3200, la escritura. Ambos fenómenos surgieron en la Mesopotamia meridional, ocupada por los sumerios.



Es Uru
k, la Erec bíblica y la actual Warka, el escenario de descubrimientos fundamentales para la historia de la humanidad, apareciendo la rueda en el 3500 ac y, como ya se ha dicho, la escritura sobre el 3200, siendo la datación más antigua de tablillas de arcilla con escritura cuneiforme encontradas hasta la fecha.

Aunque se puede considerar que la escritura protosumeria ha sido cuneiforme durante la mayoría de su vida, se sabe que en sus inicios estaba basada en pictogramas. Cada pictograma representaba un objeto, por ejemplo, para representar un buey, se pintaba la cabeza de dicho animal.











La tablilla que se ve a continuación procede de Kish, siendo la forma más primitiva de escritura pictográfica que se ha descubierto.



La limitación de este tipo de escritura fue lo que indujo a la evolución hacia el sistema silábico, este tipo de escritura cuneiforme quedó fijado hacia 2800. Este sistema sumerio se basaba en imprimir los signos con una cuña sobre arcilla.

En sus principios constaba de unos 900 signos y nunca bajó de 400. Cada sílaba se representaba por un grafema, pero cada grafema podía valer para diversos sonidos. A medida que la escritura se desarrolló, desaparecieron los trazos curvos y el sentido de la escritura acabó por ser de izquierda a derecha, en lugar de en columnas de arriba a abajo, y sin separación de palabras.

En muchos se daba la igualdad signo-palabra, debido en gran parte al carácter monosilábico de la lengua, la cual estaba formada por seis vocales y quince consonantes.

En Sumer, sobre el 2334 a. C. subió al trono Sargón de la ciudad de Acad (Akkad, Agadé), un usurpador de origen acadio que se hizo con el poder en la ciudad de Kish. Fundó una nueva capital, Agadé, cuya situación aun hoy es desconocida, y conquistó el resto de ciudades sumerias, venciendo al rey de Umma hasta entonces dominante. Este hecho inicia el comienzo de la dinastía de Acad o Imperio de Agadé y el inicio del uso de la lengua semita más antigua, la lengua acadia. Esta lengua usaba el sistema cuneiforme sumerio para escribir su lengua, de ella derivan tanto el asirio como el babilónico.

Inscritas en esta escritura se han encontrado numerosas tablillas, muchas de ellas registran triunfos de reyes, como el del rey Sargón, que encabezó guerras de conquista desde el Mediterráneo hasta los Zagros y gobernó sobre el primer Imperio conocido en la historia.



La lengua acadia se convirtió en el principal medio de expresión literaria en toda Mesopotamia, incluía tanto símbolos fonéticos del silabario sumerio, como logogramas que eran leídos como palabras completas. Muchos signos en el alfabeto eran polivalentes, teniendo un significado a la vez fonético y logográfico.


Este sistema de símbolos ideográficos representaban unas seiscientas palabras o sílabas. Constaba de veinte fonemas consonánticos y ocho vocálicos. Las vocales son a, e, i, u, tanto en su variante larga como corta.
En cuanto a las consonantes, no existen los sonidos correspondientes a
'f', 'v', 'c', 'x', 'y'.

Los verbos tenían dos tiempos, el pasado y el presente que también tenía el valor de presente futuro.
La raíz triliteral de los nombres es básica en la lengua acadia, formándosa la raíz típica con consonante, consonante, vocal, consonante. Los nombres tenían dos géneros, el femenino y el masculino, estando el género femenino caracterizado por -t, por ejemplo, bel-u(m) "señor", belt-u(m) "señora", aunque algunos nombres femeninos en acadio arcaico no muestran esta característica. Poseían tres números, el singular, el dual y el plural, aunque a partir de la época del antiguo babilonio, el uso del dual se ciñe a las partes dobles del cuerpo.





Si encontramos un signo sumerio clásico, su lectura no plantea ningún problema, se leerá GIL, NUN o SU,
pero si encontramos un signo acadio, este tendrá varios posibles valores. Por ejemplo, el signo puede tener cuatro valores fonéticos (ad, at, al, gir) y gran número de valores ideográficos. Hay signos que no admiten lectura, los determinativos, que simplemente indican la categoría de la palabra que les sigue. Por ejemplo, precede a los nombres propios de varón, (sumerio: dingir, acadio: il) o a los nombres de dioses, (sumerio: gis, acadio: is), lo mismo ocurre con los nombres de árboles.

Esta lengua seguirá utilizándose ininterrumpidamente hasta el tiempo de Cristo, dejándose de hablar en algún momento de la primera mitad del primer milenio, cuando fue sustituido por el arameo.



Volviendo a la historia, el imperio Acadio se deshizo sobre el 2220 ac debido a las constantes revueltas y las invasiones de los nómadas amorreos y, principalmente, guti. Tras su caída, la región entera cayó bajo el dominio de esta tribu, quienes se impusieron sobre las ciudades-estado de la región, especialmente en el entorno de la destruida Agadé.

Después de este periodo se produjo una lucha por la supremacía entre los diferentes reyes de las ciudades rivales, iniciándose la llamada tercera dinastía de Ur sobre el 2112 ac en el que sería la ciudad de Ur la que se impondría al resto. Con esta nueva dinastía volvería a surgir la literatura y escritura sumeria, aunque se seguiría utilizando el acadio como lengua hablada. Esta dinastía duró algo más de cien años, finalizando debido a la incapacidad de mantener unidos unos territorios tan extensos. Sobre el 2000 ac se inicia su caída, comenzando con la escisión de las ciudades de la Baja Mesopotamia.

Con la caída de la llamada tercera dinastía de Ur se inicia un periodo de caos y conflictos, finalizandose cuando el pueblo semítico Amorrita tomó el control de una gran extensión de Mesopotamia, iniciándose el llamado periodo Paleobabilonio.

Los Amorreos, (Amurru, nombre con el que se denominaban a sí mismos y que significaba oeste u occidente en acadio, o Mar-tu, como los denominaban los sumerios) fueron un pueblo de origen semita constituido por tribus nómadas que ocupó la región al oeste del río Eúfrates, Siria y Canaan desde la segunda mitad del tercer milenio a.C.
Algunos amorreos se establecieron entre el Tygris y el Éufrates haciéndose sedentarios y mezclándose con la población sumeria, como consecuencia subirían al poder dinastías de origen amorrita en distintas ciudades del centro y sur de Mesopotamia. Durante este periodo los amorreos que se habían establecido en Mesopotamia alcanzarían su mayor importancia a través de numerosos reinos, el más importante el de Babilonia,
Es sobre el 2000 ac cuando se funda la ciudad de Babilonia, siendo posteriormente centro del imperio que cogería el nombre de esta ciudad.


La lengua hablada en este periodo es el babilonio, un dialecto del acadio. Como ya se ha comentado, el acadio utilizaba caracteres cuneiformes sumerios para escribir su lengua, estas grafías no se adaptaban bien a la hora de representar los fonemas del acadio, que era semita. Estas dificultades se resolvieron con el tiempo, gracias a las sucesivas reformas ortográficas, entre ellas las originadas en tiempos del rey de Babilonia, Hammurabi.



De este periodo es uno de los textos más célebres de esa época, el Código de Hammurabi, figura de la izquierda, inscrito en un monolito de diorita negra, siendo uno de los primeros conjuntos de leyes que se han encontrado

El código de Hammurabi, conocido por la célebre sentencia "ojo por ojo, diente por diente", estaba conformado por 282 leyes y decretos.

Para elaborar el código, este rey recopiló todas las leyes civiles y penales existentes y las mandó grabar en columnas de piedra de más de dos metros que se distribuyeron por todo el reino. En la parte superior, en un relieve, está el dios del Sol, Shamash, señor de la justicia que habría dictado los decretos a Hammurabi.

Las primeras palabras definen el objetivo del código: "Para humillar a los malos e injustos e impedir que el poderoso perjudique al débil; para que toda persona perjudicada pueda leer las leyes y encontrar justicia".


Como ya se ha dicho, cuando cayó el Imperio sumerio y acadio, en torno al 1950 a.C., la lengua acadia se usaba en toda Mesopotamia e incluso había empezado a sustituir al sumerio como lengua hablada en el mismo Sumer, es partir del 1950 a.C. cuando la lengua acadia se fragmenta en dos grandes dialectos, el babilónico al sur, y el asirio al norte

El babilónico se convierte en lengua dominante incluso en Asiria, donde adquiere carácter literario y se usa en las inscripciones de tipo religioso y político durante algunos periodos. El dialecto asirio se usa en los documentos económicos y legales.
La mitología escrita en este alfabeto conocido por el Ras Shamra, ha arrojado luz sobre la vida religiosa de la antigua Siria.

Pasado el 1200 a.C.,Siria y Anatolia sufrieron las sucesivas invasiones de los pueblos del mar, los arameos y otros grupos, por lo que la continuidad cultural y lingüística se vio particularmente perturbada en el área occidental, aunque en lo que se refiere a la propia Mesopotamia no ocurrió así. Sin embargo, pasado el 900 a.C., debido a la expansión del Imperio asirio, son incorporados muchos hablantes del arameo, y es esta lengua la que comienza a sustituir al asirio como lengua hablada, incluso en la propia Asiria. Mientras tanto, las tribus que hablaban arameo, incluidos los caldeos, se habían infiltrado en Babilonia, convirtiendo lentamente al arameo en la lengua de un amplio sector de la población. Es en el siglo IV a.C. cuando el babilónico ya había sido completamente sustituido por el arameo como lengua hablada.

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